Con conceptos como el intercambio de conocimiento, el trueque se ha transformado de práctica milenaria a tendencia Millennial. Igual que los discos de vinilo, las pajaritas y las cámaras de fotos analógicas, la costumbre de intercambiar bienes y servicios sin dinero de por medio está mucho menos obsoleta de lo que podía parecer. Aunque haya tomado nuevas formas, adaptadas a las nuevas tecnologías, no cabe duda de que el intercambio tiene futuro.
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Índice de contenidos:
- ¿Qué es el intercambio de conocimiento?
- El intercambio de conocimiento digital
- Los beneficios del intercambio de conocimiento
Índice de contenidos
¿Qué es el intercambio de conocimiento?
Dicen que la necesidad agudiza el ingenio, y es que a veces es justo en los momentos más duros cuando se encuentran las ideas más innovadoras. En época de crisis económica, los consumidores ya no se podían permitir el lujo de consumir, o por lo menos, no de la misma manera. Así que por pura necesidad, el trueque se volvió a poner de moda.
El intercambio no ha vuelto sólo para instalarse en mercadillos. Ha llegado con impulso suficiente para asentarse en el plano digital, y le ha sobrado ímpetu para llegar más allá de los bienes materiales y adentrarse en el mundo de la formación. Así nace el aprendizaje colaborativo.
Alrededor del mundo se han fundado diversas redes de intercambio de conocimientos basadas en la filosofía que no sólo los profesores con titulación están capacitados para enseñar. Todo el mundo sabe algo que puede compartir.
El intercambio de conocimiento digital
No todas las redes de intercambio funcionan exclusivamente en internet, pero está claro que el trueque de conocimientos le viene al dedillo al mundo digital. En un espacio donde la comunicación es posible con gente de cada rincón del planeta, la información puede circular sin ningún impedimento.
El flujo libre de ideas inevitablemente conduce a la innovación. Es imposible tener las respuestas a todo uno mismo, pero colaborando con otros, de distintas maneras, es más probable que alguien dé con la clave del problema que se te escapaba a ti. De esta manera, resolver problemas creativamente podría ser más eficiente y gratificante para todos los involucrados. No es de extrañar que el intercambio de conocimientos se esté usando como herramienta de desarrollo social en muchos lugares.
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Los beneficios del intercambio de conocimiento
El modelo de comercio convencional, el dinero actúa como intermediario. Ganamos dinero para gastar dinero, es decir, obtenemos dinero por proveer un producto o servicio para gastar ese dinero en otros productos o servicios. El intercambio se salta un paso y va directamente al objetivo final.
Además, la ausencia de dinero en este modelo hace que el trueque se adapte verdaderamente a todos los presupuestos, especialmente cuando se trata de algo tan abstracto como el conocimiento. Con un sistema de intercambio, no hay excusa para aprender aquello que siempre has querido, sólo tienes que aportar lo que tú sabes sobre otro tema.
El intercambio de conocimientos no tiene límite. Ni económico, ni geográfico, ni cultural… Aprender compartiendo en un entorno virtual significa que no hay barreras. Si la persona que sabe de lo que tú necesitas vive al otro lado del planeta, no hay ningún obstáculo para que obtengas esos conocimientos.
Todo el mundo gana, porque el beneficio es el mismo para todos. Además el trueque de información se presta fácilmente a la transformación social. Cualquier persona, en cualquier situación puede acceder a este tipo de formación, por lo que se puede convertir en una herramienta valiosa para llegar a quien lo necesita.
Por otro lado, es una buena manera de sacar partido a tus hobbies para aprender algo nuevo tanto por curiosidad como por necesidad. Este tipo de aprendizaje también incorpora valores como la reciprocidad o el sentido de comunidad. En un grupo de intercambio, todos los miembros van a una, y se apoyan entre sí. Al fin y al cabo, este modelo de aprendizaje deja claro que todos tenemos algo que aprender y algo que enseñar.
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