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Debate IEBS: Monopolio Facebook y Google, la decadencia de los imperios digitales

Tiempo de lectura: 10 min
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Google y Facebook … los “tiburones” de internet, empresas digitales con millones de usuarios al mes y que no paran de crecer, la envidia de pequeñas empresas que aspiran a convertirse en competidores directos de estas. Pero, ¿qué pasa cuándo existe un monopolio entre ellas?

Pues que Bruselas acaba de multar con 4.343 millones de euros a Google por ejercer prácticas monopolísticas con Android. Pero esto no es todo, puesto que el año pasado ya pagó una multa de 2.400 millones por lo mismo.

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Últimamente se está hablando sobre los monopolios digitales, formados principalmente por estas empresas, y una de las preocupaciones más importantes que surge es, ¿es seguro que unas pocas empresas posean tanta información de sus usuarios?

Antes de entrar en el debate, vamos a ver por qué hablamos de estas como monopolio, sus problemáticas y qué medidas podríamos tomar.

¿Por qué hablamos de Facebook y Google como monopolio?

Para algunos hablar de monopolios en un mundo online tan globalizado puede parecer un disparate, pero parece que el ecosistema digital que pensábamos que era la solución para eliminar barreras se ha convertido también un espacio cerrado donde tan solo unos pocos tienen la hegemonía de la información.

Y si no me crees tan solo hace falta echar un vistazo a algunos datos para entender de qué estamos hablando, según el portal Statista, Google y Facebook acaparan el 61% del gasto publicitario digital, es decir, que más de la mitad de la inversión publicitaria fue a parar a sus bolsillos.

Otro dato que no nos deja dudas sobre el monopolio digital frente al que nos encontramos son las apps más utilizadas por los usuarios durante el primer trimestre de 2018, cuatro de las diez apps más descargadas en Google Play son propiedad de Facebook (WhatsApp, Messenger, Facebook e Instagram), pasa igual en iOS, donde además también Google tiene presencia en los primeros puestos con sus apps de Youtube, Google Maps y Gmail.

Es un hecho que Google y Facebook son dos colosos digitales, a los que la competencia no les afecta prácticamente. ¿Cómo han conseguido esto? Piensa en tu día a día, resulta casi imposible intentar pasar un día sin utilizar alguna de las plataformas de estas compañías, las usamos para comunicarnos, informarnos e incluso organizarnos. El efecto se acentúa aún más si hablamos solamente de Google, su firma está presente en más de la mitad de los teléfonos inteligentes (no olvides que Android es propiedad de Google).

Por ello, decir que en Internet la competencia es libre, es un mito, como opina el colaborador de la revista The Atlantic, Franklin Foer, «Este es uno de los mitos de nuestra era. No recuerdo la última vez que escuché a alguien que hubiera utilizado Yahoo! o Bing. La ventaja de Google es abismal. Cada vez que utilizamos sus servicios entrenamos a sus máquinas a ser más inteligentes: les ayudamos a ser mejores».

¿Realmente todo el mundo tiene las mismas oportunidades en la red? ¿Cuántos buscadores conoces? ¿Cuántos usas que no sean de Google? DuckDuckGo, Yahoo, Bing, Ask, Startpage, Dogpile, Exalead, Gigablast, Ecosia, Yandex… y una larga lista que ignoras porque Google lo ha conseguido con mucho ingenio.

Problemas de los monopolios digitales

Como hemos comentado en el apartado anterior, Facebook y Google tienen parte del monopolio de los datos. Amazon, por ejemplo, es uno de los mayores ecommerce del mundo, Facebook domina la red social más grande y Google es el rey de las búsquedas en la red.

Uno de los principales problemas es que en todas estas plataformas “navegan” una cantidad infinita de datos, tanto personales como corporativos y privados, haciendo que en cualquier momento, se puedan adquirir y explotar para ayudar a estas compañías a obtener un poder de mercado destacado.

Y una de las preguntas que surge es, ¿es seguro que estas empresas tengan tantos datos a su alcance?

En realidad, muchos expertos confirman los riesgos que supone para los usuarios que estos tengan acceso a nuestros datos, como por ejemplo el académico Jonathan Taplin, director del laboratorio Annenberg de innovación en la Universidad del Sur de California. A continuación enumeramos algunas de las muchas problemáticas que pueden ocasionar estos monopolios digitales.

  • Pérdida de confianza
  • Menos privacidad
  • Costes más elevados para terceros
  • Preocupaciones sociales y morales
  • Productos de menor calidad
  • Más información pero menos veracidad

Pero sin duda, las problemáticas que más están preocupando actualmente son la veracidad de la información vs las fake news y la privacidad de los datos de los usuarios. Es por esto, que vamos a centrarnos en analizar estas dos.

Fake news vs noticias reales

No hace mucho, ya planteamos un debate sobre las fake news y si se acabarían erradicando o no.

Según Taplin, «el 70% de los estadounidenses se informa a través de dos vehículos, Google y Facebook, plataformas que no distinguen entre lo que es verdad y lo que es propaganda sino que te ofrecen lo que tiene más visitas”.

Esto supone un enorme problema, puesto que estamos confundiendo la realidad con una realidad simulada. Ya hace tiempo, junto con la aparición del internet, se empezó a hablar sobre la infoxicación, es decir, el exceso de información que podemos encontrar sobre un mismo tema, con tan solo poniendo una palabra en los buscadores.

Y el problema, siempre es el mismo, ¿qué es real y qué no? Si no hay nadie que filtre esta información y la califique de falsa o verdadera, en qué nos convertiremos, en marionetas de los monopolios digitales que consiguen que nos creamos cualquier contenido que publican.

Y es aquí, donde entra en juego la propaganda.

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Las empresas, organizaciones, entidades e instituciones se aprovechan para difundir y divulgar información, ideas u opiniones con la intención de que alguien actúe de una determinada manera, piense según sus ideas o adquiera un determinado producto.

Por tanto, disponer de estos datos, les permite acceder de manera muchos más rápida y próxima a los usuarios, puesto que son conscientes de sus intereses y cómo llegar de manera eficaz a ellos, para así, conseguir sus objetivos. Lo triste, es que la mayoría de veces, les es indiferente si la información es veraz o se trata de una mera fake news.

Pero no solo la veracidad es lo que se rompe con estas prácticas, sino también, la confianza y la privacidad de los usuarios.

Y, ¿qué pasa con nuestros datos y nuestra privacidad?

En mayo de este año 2018 el Reglamento de Protección de Datos (RGPD) ha sido modificado, endureciendo sus requisitos, para que todas las páginas cumplan con la seguridad que toda página web debe poseer para salvaguardar los datos de sus usuarios.

No obstante, las autoridades antimonopolio reconocen que en cierta manera las empresas pueden competir en privacidad y protección de datos, sin embargo la competencia de estas, puede generar una disminución de la protección de privacidad a consecuencia de la necesidad de recopilar más datos de los permitidos, solo para hacer frente a esta competencia.

Otro fallo que podemos encontrar en los monopolios digitales o de datos es en explicar a los usuarios qué datos exactamente recopilan, con qué finalidad y para qué los usarán. Es por este motivo, que la política de privacidad en las empresas se ha vuelto obligatoria, aunque lamentablemente, hasta la nueva ley, no todas las empresas la cumplían.

El problema de los monopolios de datos, es que los datos personales se concentran en pocas empresas, y estas, si no se hace un control exhaustivo, pueden llegar a tener el control total sobre nuestra información personal, y hacer con ella lo que les plazca. Incluso, tal y como hemos explicado un poco más arriba, influir en nuestras opiniones, creencias o toma de decisiones.

Pero en realidad, si sucede esto, según Taplin, es porque nosotros lo permitimos sin apenas oponer resistencia. El uso de los smartphones, las redes sociales y las búsquedas por internet forman parte de nuestro día a día, y al navegar por ellas, generamos miles de datos que cada plataforma tiene derecho a utilizar, puesto que estamos aceptando su política de privacidad.

Taplin afirma que: “Sacrificamos nuestra privacidad en aras de la comodidad. Realmente no entendemos el efecto que puede tener sobre nuestras vidas todo este flujo de información personal que es muy detallada y abarca distintas áreas”.

A pesar de ser conscientes de todo esto, ¿por qué seguimos generando datos y no ponemos fin a los monopolios digitales? Esta es una de las incógnitas que nos persiguen, y que nos ha llevado a que empecemos a plantearnos que realmente existe un monopolio digital, y que estén empezando a surgir una serie de medidas para su regulación. A continuación os las explicamos.

Medidas que están tomando los gobiernos frente los monopolios digitales

Como hemos comentado antes, los monopolios pueden llegar a ser un problema social, porque pueden influir notoriamente en la opinión de los consumidores y la seguridad de sus datos.

Desde la Unión Europea lo tienen claro, no hace mucho las autoridades europeas presentaron acciones contra cuatro de los monopolios digitales en los que se incluyen las compañías Google, Facebook, Apple y Amazon.

Cabe destacar también, que Google recibió una multa por parte de la Comisión Europea por abusar de su posición dominante como buscador dando preferencia a su propio servicio de comparación de precios.

El comisario Margrethe Vestager declaró “Google ha creado muchos productos y servicios innovadores que han marcado la diferencia en nuestras vidas. Eso es algo bueno. Pero la estrategia de Google para su servicio de comparación de precios no consistía sólo en atraer clientes haciendo que su producto fuera mejor que el de sus rivales. En cambio, Google abusó de su posición dominante en el mercado como motor de búsqueda al promover su propio servicio de comparación de precios en sus resultados de búsqueda y al degradar los de sus competidores.”

También la Unión Europea tomó cartas en el asunto durante el escándalo de Facebook y la consultora británica Cambridge Analytica, invitando a Zuckerberg a acudir a la Eurocámara a responder ante lo sucedido.

En cuanto en materia de legislación ante este problema, Europa se encuentra a la vanguardia con su último Reglamento general de protección de datos, donde endurece las normas de privacidad que deben respetarse para salvaguardar los datos de sus ciudadanos independientemente de la ubicación de la empresa. Aunque se pretende que este Reglamento solo sea un primer paso hacia una red más segura.

En EEUU encontramos un contexto totalmente diferente, en primer lugar allí no es ilegal tener un monopolio pero sí lo es conseguirlo o mantenerlo si se impide la competencia de otras empresas. Según los expertos, los colosos como Google o Facebook eliminan a la competencia comprando las opciones que podrían llegar a serlo con el tiempo, por lo tanto realmente no incumplen ninguna norma.

Sin embargo, los daños de esta falta de competencia son obvios el país norteamericano no pretende legislar dentro de esta materia por el momento, quién sabe si en los próximos años actúan para frenar la competitividad desigual a la que se enfrentan el resto de empresas.

Participa en nuestro debate:

  • ¿Opinas que existe una competencia justa entre Google y Facebook y sus competidores?
  • ¿Crees qué supone realmente un problema que la información y la gestión de datos recaigan sobre este monopolio digital?
  • ¿Somos realmente independientes o nuestro comportamiento se ve condicionado por estos colosos?
  • ¿Es el reinado de Google y Facebook imbatible o terminará cayendo?
  • ¿Crees los gobiernos deberían intervenir para asegurar una competencia leal entre las empresas?

 

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Ana Martín del Campo Fernández-Paniagua

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5 comentarios en Debate IEBS: Monopolio Facebook y Google, la decadencia de los imperios digitales

  1. Alejandra Lopez Alcaine dice:

    Hemos llegado a un punto en el que nos es casi impensable vivir sin Google, Facebook, Twiter, Instagram o qualquier otra red social. Forman parte de nosotros.
    El monopolio lo tienen ellos y es difícil destacar.

    1. Ana Martín del Campo dice:

      Hola Alejandra,

      Muchas gracias por participar, no podría estar más de acuerdo ¿crees que existe algún modo de solventar este problema?

      Saludos!

  2. Magnífico artículo Ana, de hecho, lo he compartido en mi «feed» de LinkedIn, por otro lado, y por razones meramente profesionales, el único perfil que tengo en las redes sociales porque, entre otras cosas, nunca me he fiado…

    1. Ana Martín del Campo dice:

      Buenos días José,

      ¡Muchas gracias! Me alegra que te haya gustado el artículo.

      Un saludo

  3. En mi opinión existe claramente un monopolio, y sinceramente, después de leer este artículo, se me han quitado las ganas de seguir teniendo redes sociales. No obstante, es inevitable, y más cuándo necesitas dar visibilidad a un proyecto. Creo que estas empresas se aprovechan de ello, puesto que son conscientes de que a pesar de lo mal que hagan las cosas, los usuarios seguirán utilizándolas, porque por desgracia, actualmente, se han vuelto imprescindibles para nosotros.
    Pero efectivamente, es un problema que todos nuestros datos estén gestionados por las mismas empresas. Existen numerosas películas que han mostrado como Estados Unidos quiere tener el control absoluto de toda su población, y por desgracia, poco a poco vamos viendo que no se queda en la ficción. ¿Realmente somos como somos por ser quién somos, o nos hemos convertido así, por qué así lo han querido estos colosos?

    Saludos!

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