El progreso de la tecnología y de la innovación ha provocado el desarrollo de las tecnologías financieras. Los modelos de negocio disruptivos se han convertido en grandes ases en el mundo de las finanzas, fortaleciendo el sector en los últimos años. Los negocios financieros con un alto componente tecnológico tienen cada vez más peso, constituyendo una industria imposible de ignorar. Si quieres saber cuál es el futuro del fintech, este post es para ti
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Índice de contenidos
El sector fintech en España
Dentro del ecosistema financiero, las empresas con un alto componente tecnológico se sitúan en la séptima posición europea y en la vigesimoprimera a nivel global.
Estos datos nos permiten confirmar que hablamos de un sector en auge al que la banca tradicional ha dejado de observar como una amenaza. Y es que ahora trata de entender las necesidades del cliente, así como conocer sus inquietudes en materia de fiscalidad, inversiones y pagos.
Según el informe de octubre de 2021 de Ernst & Young (EY) sobre la realidad fintech en España, durante 2021 el país ya contaba con 376 compañías dedicadas al sector. Empresas ubicadas principalmente (el 80%) en Madrid, Barcelona y Valencia. De esas 376 empresas, 299 tienen origen español, operando las 77 restantes en el mismo país, pero con un origen extranjero. ¡El futuro del fintech está asegurado!
Estas cifras demuestran la salud de una industria proactiva que no deja de crecer. En lo referente al número de inversores, España ocupa el 46% del total global del sector. La gran demanda, interés y oportunidades del fintech se traduce en un billón de dólares en los últimos tres años.
Regulación del sector fintech en España
La regulación sigue desarrollándose, algo que debe continuar así para disminuir los riesgos y que pueda cumplirse la supervisión de estabilidad financiera necesaria para el futuro de las empresas fintech.
La aprobación de la Directiva (UE) 2015/2366 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2015, sobre servicios de pago en el mercado interior, también conocida como la Segunda Directiva de Pagos o PSD2, permitió introducir los nuevos servicios de pago de forma regulada. Una norma creada para mejorar la protección de clientes y el aumento de la seguridad en las transacciones a través del comercio electrónico.
Aunque en el marco español se ha avanzado en la regulación de los establecimientos financieros de crédito, haciendo lo propio con entidades de dinero electrónico y con plataformas de financiación participativa, conocidas como crowdlending, el avance del sector requiere una regulación mayor.
La Ley Sandbox, aprobada como la Ley 7/2020, de 13 de noviembre, para la transformación digital del sistema financiero, va en la misma línea que los regulatory sandboxes. Con ello, diferentes países logran espacios seguros de prueba en los que testear nuevos productos financieros, siempre supervisados por una autoridad.
En estos momentos queda pendiente:
- Contar con un marco legal adaptado a los tiempos actuales que garantice la protección del cliente y permita a los supervisores estar al tanto de los riesgos. Esto se llevará a cabo mediante el sandbox regulatorio que, en una primera etapa, probarán 18 empresas, entre las que se encuentra BBVA.
- La aprobación de la Ley de startups para favorecer el emprendimiento innovador, tras el anteproyecto aprobado el pasado mes de diciembre.
- En cuanto al ámbito tributario, estar pendientes de las normas que se están trabajando en la OCDE y la Unión Europea sobre economía digital.
- Lo mismo ocurre con el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, que entró en vigor en España el 16 de enero de 2021 y que debe desarrollarse reglamentariamente.
- La financiación europea para ideas emprendedoras Next Generation UE es un buen motivo para desarrollarse en el sector con esperanza.
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El sector fintech en Europa
Según el informe State Of Fintech Q1’21 Report: Investment & Sector Trends To Watch, de CB Insights, Europa superó a Asia en inversión fintech. Este dato tiene que ver con la implantación mayor de los nuevos medios de pago, de la aplicación del Big Data y del dinero electrónico.
Sólo en el primer trimestre de 2021, las empresas fintech de todo el mundo lograron recaudar 22.776 millones de dólares en 614 operaciones. Eso significa que superaron el récord de financiación trimestral y que el número de operaciones y recursos captados se incrementaron en Europa en un 180%.
Según el estudio de Savills Aguirre Newman, Londres, París y Berlín encabezan el ranking de ciudades europeas más atractivas para las empresas fintech, seguidas de Ámsterdam, Dublín y Madrid. Estos datos se explican debido a la población activa, así como a los 770.000 empleos del sector en Londres y a los 579.000 de París. Madrid, por su parte, puede presumir de 289.000.
De la Ley Fintech de Chile a los retos en México
Entre los países de Latinoamérica que más están trabajando en la regularización del fintech, nos encontramos con el ejemplo de Chile. El país actualmente tramita un antiproyecto de ley con el que pretende regular la industria y las plataformas crowdfunding.
En Perú, los neobancos no dejan de adquirir cada vez más peso, sin que exista una regulación específica para el funcionamiento de los bancos digitales, siendo un debate pendiente. Sobre todo, por lo que tiene que ver con la gestión de riesgos y el derivado de la seguridad de la información.
En México, cada vez se habla más de las big tech o grandes tecnológicas que se han convertido en importantes agentes económicos. El país, que cuenta con una amplia red de consumidores, se enfrenta al reto de legislar en competencia, arbitraje regulatorio, posibles riesgos a la estabilidad del sistema y protección de consumidores.
Claves del futuro del fintech
El sector fintech supone una gran oportunidad para la reactivación económica de España. La búsqueda de nuevos hubs tecnológicos por parte de las empresas que decidan abandonar Londres tras el Brexit y la mayor facilidad para acceder a financiación confirman que este es un momento único que no hay que desaprovechar.
A corto plazo, las instituciones deben trabajar para crear un entorno que haga de España un país atractivo para el emprendimiento y la inversión extranjera. Además, es fundamental colocar los pilares de un sistema educativo que, a medio y a largo plazo, responda a las necesidades de la nueva economía.
La Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) creció un 18% el año anterior, alcanzando las 178 compañías asociadas, trabajando para fomentar el conocimiento del fintech en públicos de todas las edades. Según su presidente, aunque España sigue por el buen camino para su consolidación, hay que seguir trabajando para recibir las ayudas de los fondos europeos a las fintech. Para eso y para generar el entorno regulatorio y normativo que permita a las compañías levantar capital como ya ocurre en otros países vecinos.
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