Ser freelance: concepto, mitos y guía para empezar
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Ser freelance: concepto, mitos y guía para empezar

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La palabra freelance se ha puesto de moda, pero detrás de ella hay mucho más que trabajar desde una cafeteria con el portátil. Ser freelancer significa asumir un estilo de vida donde la autonomía y la responsabilidad van de la mano. No no solo serás tu propio jefe, también tu departamento de marketing, tu gestoría y tu oficina de atención al cliente. Y sí, también es una gran oportunidad para crecer y diseñar tu futuro profesional a medida.

De dónde viene el término freelance

Ser freelance: concepto, mitos y guía para empezar - freelance

El término “freelance” se remonta a la Edad Media, cuando se hablaba de “free lances” para referirse a mercenarios que ofrecían sus lanzas al mejor postor. Con el tiempo, la palabra fue evolucionando y en el siglo XIX ya se usaba para describir a escritores, periodistas o artistas que trabajaban de forma independiente.

Hoy, el freelance es un profesional autónomo que ofrece sus servicios a diferentes clientes sin una relación laboral fija. El concepto se ha globalizado con la economía digital y el trabajo remoto, lo que ha multiplicado oportunidades pero también ha generado cierta confusión sobre qué significa de verdad ser freelancer.

Qué significa ser freelancer

En España, ser freelance implica prestar servicios profesionales de forma independiente, normalmente como trabajador por cuenta propia dado de alta en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos). No es una categoría legal aparte: es una manera de trabajar que se canaliza a través de las figuras ya existentes (autónomo, sociedad limitada, cooperativa, etc.).

La clave está en la autonomía. El freelancer decide con qué clientes trabaja, cómo organiza su tiempo y qué precios cobra, aunque siempre dentro de un marco legal y fiscal. Y aquí está la gran diferencia con un asalariado: el freelance asume el riesgo económico y administrativo de su actividad.

Mitos sobre ser freelance

Alrededor del mundo freelance circulan muchos mitos que conviene desmontar para no llevarse sorpresas. Algunos te pueden sonar a tópico o sorna pero son reales:

“Ser freelance es trabajar desde la playa”

La imagen idílica del nómada digital con el portátil frente al mar vende mucho en Instagram, pero la realidad es más prosaica. Sí, puedes trabajar desde donde quieras, pero el día a día implica gestión de clientes, facturación, reuniones y plazos que cumplir.

“Freelance significa libertad total”

Es verdad que tienes más flexibilidad que en un empleo tradicional, pero también respondes ante tus clientes. La libertad viene acompañada de responsabilidad. Si no entregas, no cobras. Y si no gestionas bien, el trabajo se convierte en una carga.

“Como freelance gano más dinero”

No necesariamente. Al principio muchos freelancers ingresan menos porque hay que invertir tiempo en captar clientes y en aprender a fijar precios. A medio plazo sí puede ser más rentable, pero depende de la especialización, la capacidad de diferenciarse y la constancia.

“Es más fácil que montar una empresa”

Ser freelance no es gratis ni sencillo. Hay trámites, impuestos y cuotas que cumplir. De hecho, en muchos casos la frontera entre freelance y empresa es difusa: cuando los ingresos crecen o se quiere limitar responsabilidad, la creación de una sociedad puede ser la evolución natural.

Ventajas de ser freelance

La libertad de ser tu propio jefe y de hacer lo que quieras sin tener que rendir cuentas a nadie mas que tu mismo, eso es ser freelance. Además también se disfruta de muchas otras ventajas que explican por qué cada vez más personas eligen este camino:

  • Autonomía de tiempo: decides horarios y lugar de trabajo.
  • Elección de proyectos: trabajas con clientes y en proyectos que te interesan.
  • Diversificación de ingresos: puedes tener varios clientes y no depender de uno solo.
  • Acceso a mercado global: plataformas y trabajo remoto abren la puerta a clientes internacionales.
  • Desarrollo personal: ser freelance obliga a aprender de marketing, ventas, gestión y negociación.

Retos y dificultades que pocos cuentan

Ser freelance también tiene un lado menos glamuroso. Muchas veces puedes ganar mucho dinero de golpe pero también puedes pasar largos periodos sin facturar, así que toma buena nota de alguno de los retos a los que te enfrentarás si quieres evitar sorpresas:

  • Ingresos irregulares: hay meses buenos y meses flojos.
  • Gestión administrativa: facturación, IVA, IRPF, declaraciones.
  • Impagos: el riesgo de clientes que no pagan o que retrasan pagos.
  • Sin vacaciones pagadas: cada día libre es un día no facturado.
  • Soledad laboral: falta de equipo con quien compartir decisiones o apoyarse.
  • Burnout: la mezcla de proyectos, clientes y gestión puede llevar al agotamiento.

Estos retos no son insalvables, pero exigen disciplina, organización y mentalidad de negocio.

Aspectos legales y fiscales del freelance en España

Legalmente, un freelance suele canalizar su actividad a través de las figuras existentes:

  • Autónomo: lo más común. Alta como autónomo, obligaciones fiscales y cotización por tramos de ingresos.
  • Sociedad limitada (SL): opción interesante cuando se superan ciertos ingresos, para limitar responsabilidad y optimizar fiscalidad.
  • Cooperativa: en algunos casos, profesionales se agrupan en cooperativas reales de trabajo asociado. Aquí explicamos cómo funcionan y sus riesgos.

Conviene recordar que el mito del “puedes facturar sin ser autónomo si no superas el SMI” no tiene respaldo legal. Lo que cuenta es la habitualidad: si trabajas de forma recurrente, la exigencia razonable es estar dado de alta como autónomo.

Herramientas y mentalidad para profesionalizarse

Ser freelance es un negocio personal. Estas son algunas herramientas y enfoques clave:

Gestión y facturación

Programas de facturación y contabilidad, como Quipu, Holded o Anfix, simplifican la relación con Hacienda.

Productividad y proyectos

Herramientas como Trello, Notion o Asana ayudan a organizar proyectos y plazos. La disciplina personal es igual de importante que el software.

Marca personal

Web propia, perfiles cuidados en LinkedIn y portafolio actualizado son esenciales para generar confianza. El freelance vive de su reputación digital.

Red y comunidad

Trabajar en solitario no significa estar aislado. Participar en comunidades de freelancers y nómadas digitales multiplica las oportunidades de colaboración y apoyo.

Checklist para empezar como freelance

Si estás pensando en tirarte a la piscina, aquí tienes una pequeña lista con los básicos que necesitas tener claros antes de empezar:

  1. Define tu servicio y propuesta de valor: qué haces y por qué te elegirían a ti.
  2. Consigue tu primer cliente, aunque sea un proyecto pequeño.
  3. Prepárate legalmente: alta en RETA o la fórmula que mejor encaje.
  4. Crea tu marca personal mínima: web, portafolio, LinkedIn.
  5. Organiza tu sistema de facturación y cobro desde el inicio.
  6. Diseña una rutina de prospección de clientes: networking, contenidos, plataformas.

Preguntas frecuentes sobre ser freelance

¿Qué diferencia hay entre ser freelance y ser autónomo?

En España, “freelance” es el concepto y “autónomo” es la figura legal más habitual para ejercerlo. Todo freelance es autónomo, pero no todo autónomo trabaja en clave freelance (hay autónomos dependientes, pequeños empresarios, etc.).

¿Puedo ser freelance a tiempo parcial?

Sí, siempre que te des de alta y cumplas obligaciones fiscales. Es común compatibilizarlo con un empleo asalariado o con estudios.

¿Dónde encuentro clientes como freelance?

Desde el boca a boca hasta plataformas como Malt, Fiverr o Upwork, pasando por LinkedIn y eventos sectoriales. Lo importante es construir reputación y red de confianza.

¿Cuánto cobra un freelance?

No hay tarifa estándar. Depende de la especialización, experiencia y mercado. La clave está en fijar precios por valor y no solo por horas.

¿Es lo mismo freelance que nómada digital?

No. Muchos nómadas digitales son freelancers, pero no todos los freelancers son nómadas. Ser freelance es un modelo de trabajo; ser nómada digital es un estilo de vida.

Ser freelancer es mucho más que una palabra de moda. Es la decisión de tomar el control de tu carrera, asumir riesgos y construir tu propia estructura profesional. Tiene ventajas, tiene dificultades, y no es para todo el mundo. Pero si lo haces con mentalidad de negocio, disciplina y formación continua, puede ser el camino más libre y enriquecedor de tu vida.

En IEBS creemos en el talento que se empodera. Si quieres dar el salto con conocimiento y red, te esperamos en el Máster en Emprendedores o en nuestro MBA. Porque ser freelance es empezar solo, pero no significa caminar sin apoyo.

FAQ's del artículo

Susana López Blanco

Co-Founder & CEO en IEBS Biztech School | Digitalent Group | Business Angel Leer más

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