Resulta extraño pensar que cuando era niña disfrutaba con los discos de vinilo grandes, negros y redondos que colocaba en mi tocadiscos teniendo mucho cuidado con la aguja para que no se fueran a rayar. Hablar de aquello es hablar de historia por no decir de prehistoria, porque luego llegaron los CD´s y ahora toda la música la tengo a un click. Solo hay que pensar en este básico hecho cotidiano para darnos cuenta como nuestros hábitos, costumbres, demandas, formas de consumo y de hacer las cosas han cambiado estrepitosamente en un muy corto periodo de tiempo y como las empresas se han tenido que ir adaptando o han dejado de existir.
Los cambios cada vez son más rápidos, las nuevas tecnologías avanzan a pasos agigantados en esta nueva era. Cuando pensamos que ya todo está inventado, sale un nuevo producto, servicio o aplicación que nos deja con la boca abierta, pero que pone en jaque a muchas empresas que ya no saben que más hacer para generar valor o diferenciarse y se van quedando rezagadas sin comprender que la carrera continua.
Empresas que tienen incorporado en su “ADN” innovación, creatividad, participación, trabajo en equipo, orientación hacia el servicio y muy buena comunicación, son empresas que no solo se adaptan si no que siempre van un paso adelante, marcando tendencia, rompiendo moldes, poniendo las reglas del juego o siguiéndolas muy de cerca porque cuentan con líderes visionarios que ven oportunidades en el cambio y cuentan con la tecnología como su mejor aliada.
Empresas de todos los sectores y tamaños con líderes que trabajan intensamente en el desarrollo de las habilidades de su gente, le dan valor a los procesos internos, al análisis de los datos, al procesamiento de la información, que buscan maximizar la experiencia del cliente y que para todo ello y más invierten estratégicamente en tecnología y nuevos medios de comunicación social son empresas que han llegado a la Madurez Digital.
Aquellas empresas que han sabido hacer una mezcla eficiente entre inversión tecnológica y gestión de la misma para obtener resultados óptimos en comparación con sus competidores son las que han logrado un alto grado de madurez digital y son las que la consultora Capgemini y el MIT Center for Digital Business han dado a conocer con el término de Empresas “Digirati”.
Fuente: Capgemini Consulting & MIT Center for Digital Business “The Digital Advantage: How digital leaders outperform their peers in every industry
La madurez digital se mide en dos dimensiones: La intensidad digital y la intensidad en la gestión (liderazgo con visión digital). Y, si las empresas Digirati son las que actúan con intensidad en ambas dimensiones, aquellas que lo hacen solo en la dimensión de la intensidad digital se denominan Fashionistas porque están a la “moda” en cuanto a inversiones tecnológicas se refiere pero requieren un trabajo más arduo para hacer que internamente se comulgue con una misma visión digital y se saque el máximo provecho. De otro lado, están los Conservadores aquellos que cimentan su operativa en una sólida cultura organizacional en la que todo el equipo está alineado con los objetivos pero va a su propio ritmo en cuanto a innovación digital, es cauta a la hora de generar cambios que impliquen una inversión en tecnología. Y, finalmente, están las Principiantes que ya se están percatando de la importancia de trabajar en ambos frentes pero aún no han tomado verdadera acción.
Y, si ser una empresa digitalmente madura tiene muchas ventajas, ser un profesional con unas competencias digitales muy bien desarrolladas lo es aún más si se parte del hecho de que las empresas son las personas. Cada vez serán más apetecidos aquellos profesionales que marquen la diferencia y contribuyan con sus habilidades a aumentar el grado de madurez digital de las empresas.
Gestión de la información, trabajo en red, comunicación, orientación al cliente, son algunas de las competencias que las empresas de hoy aprecian más que siempre porque están dirigidas a crear valor y eso es lo que las empresas necesitan para lograr una auténtica ventaja competitiva. Así que si las empresas tienen la ardua tarea de cambiar y adaptarse a las exigencias del entorno los profesionales de hoy también. Haciendo un símil, serán los profesionales “Digirati” quienes marquen la diferencia y sean preferidos por las empresas.
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